El clima invernal azotó a Chicago a comienzos de diciembre, con frío extremo y un inicio de temporada que rompió récords de nieve. Sin embargo, ese escenario podría quedar atrás justo en la semana de Navidad. Los pronósticos más recientes anticiparon un giro marcado en la corriente en chorro que modificaría por completo el patrón atmosférico sobre el Medio oeste y pondría en duda la tradicional postal de una festividad blanca en la ciudad más poblada de Illinois.
Chicago atravesó el comienzo de diciembre más nevado en casi medio siglo, un dato que, en otros años, habría sido sinónimo de altas probabilidades de nieve para el 25 de diciembre. De acuerdo con un análisis meteorológico difundido por NBC 5, las chances de una Navidad con el suelo cubierto por un manto blanco comenzaron a caer de manera sostenida, a pesar del contexto inicial extremadamente invernal.
Tras un fin de semana marcado por sensaciones térmicas peligrosamente bajas, los especialistas advirtieron que la atmósfera entrará en una fase completamente distinta en estos días.
El factor central de ese cambio será la corriente en chorro, que dejaría de descender desde el norte para adoptar una trayectoria más zonal, es decir, de oeste a este. Esa modificación tendrá consecuencias directas sobre las temperaturas y las precipitaciones previstas para los días previos a Navidad.
Uno de los efectos más notorios de este nuevo patrón será el aumento de las temperaturas. Este martes 16, los termómetros comenzarán a ubicarse por encima del punto de congelación durante la tarde. A partir de ese momento, los pronósticos coincidieron en que las máximas diarias se mantendrían sobre los 32°F (0°C) de forma sostenida.
Los modelos de largo alcance analizados por NBC 5 mostraron valores máximos que oscilarán entre 40°F y 50°F (4°C a 10°C) hasta el mismo día de Navidad. Este rango térmico reducirá de manera considerable la posibilidad de acumulación de nieve y favorecerá el derretimiento del manto blanco que podría persistir en algunos sectores del área metropolitana.
Incluso el 25 de diciembre apareció en los pronósticos con temperaturas en torno a los 40°F (4°C), un escenario poco compatible con una Navidad blanca.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) en Chicago respaldó este panorama en su pronóstico emitido en la madrugada del martes 16 de diciembre. El informe oficial describió una tendencia marcada hacia temperaturas moderadas y episodios de lluvia en lugar de nieve.
Evolución prevista de las condiciones meteorológicas en Chicago:
