Ante el inminente comienzo del invierno boreal en Estados Unidos, se vuelven más frecuentes las condiciones climáticas extremas que pueden impactar en el funcionamiento del sistema educativo en Texas. Además del frío y las bajas temperaturas, otros factores pueden suspender las clases en el Estado de la Estrella Solitaria.
No existe una temperatura fija que obligue al cierre estatal de escuelas. Cada distrito analiza sus propias condiciones meteorológicas y operaciones internas. En ese sentido, se tiene en cuenta información sobre el estado del clima, de las carreteras y el funcionamiento del transporte escolar.
Algunas suspensiones ocurren cuando se registran valores cercanos o inferiores a 14°F (-10°C), mientras que los cierres se vuelven más probables cuando las sensaciones rondan los -4°F (-20°C), un rango que incrementa la posibilidad de congelación.
El Distrito Escolar Independiente de Cleburne, ubicado a 53 kilómetros de Fort Worth, administra 12 escuelas y opera un calendario con minutos adicionales de instrucción, que permiten absorber días de suspensión por mal clima.
Debido al impacto que la cancelación de las clases tiene para las familias, establece mecanismos de evaluación anticipada. El Cleburne ISD analiza varios elementos antes de emitir una decisión. Entre ellos se encuentran:
El personal de mantenimiento también verifica si las áreas externas pueden ser transitadas sin riesgo. Los distritos, en ocasiones, modifican rutinas internas sin suspender clases. También puede obligar a los estudiantes a quedarse dentro de los edificios durante los descansos cuando la temperatura desciende por debajo de los 39°F (4°C).
La decisión final de cerrar una escuela es tomada por el superintendente. Cuando es posible, la determinación se comunica durante la noche previa al evento meteorológico para que las familias tengan tiempo de organizarse. Si no es viable decidir con antelación, la notificación se realiza antes de las 5 hs del día en cuestión.
El Distrito Escolar Independiente de Austin aplica un proceso distinto, basado en monitoreos continuos y diálogo con autoridades regionales. En el centro de Texas, el clima puede variar en periodos cortos, lo que obliga a revisar datos de forma constante.
Austin ISD evalúa información proporcionada por expertos locales en gestión de emergencias, meteorología y fuerzas del orden. Cuando se pronostica clima adverso, se activan protocolos que permiten determinar si es necesario modificar el horario o cancelar actividades.
El distrito revisa los reportes del Departamento de Transporte de Texas y del Departamento de Gestión de Emergencias para conocer las condiciones de las carreteras, así como las alertas emitidas para el área.
Cada análisis incluye también la posibilidad de interrupciones en servicios básicos dentro de los campus, como electricidad, agua y comunicaciones.
Además, evalúa las condiciones meteorológicas actuales y proyectadas para las primeras horas del día, cuando estudiantes y empleados se desplazan hacia las escuelas. Asimismo, revisa las decisiones tomadas por distritos cercanos, aunque cada uno puede mantener sus propios criterios.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS, por sus siglas en inglés) reportó variaciones de temperatura en distintas zonas de Texas para los próximos días de diciembre.
En la región de Austin y San Antonio, se anticipó el paso de un frente frío débil que no generaría lluvias. Antes de su llegada, se proyectan temperaturas cercanas a los 70°F (21°C).
Las temperaturas descenderían durante la noche del jueves 11 de diciembre y se mantendrían entre 60°F y 70 °F (15,5°C y 21°C) en días posteriores.
Para el fin de semana, se anunciaron máximas superiores a los niveles habituales para la época, que rondarán los 75°F (23,8°C). Para el domingo, otro frente traería un nuevo descenso térmico y posibles lluvias en la zona del Río Grande.
En el área de Houston y Galveston, las temperaturas oscilarán entre 60°F y 70°F (15,5°C y 21°C), con mínimas entre 30°F y 40°F (-1°C y 4°C) en zonas del interior. Para el fin de semana, el flujo del sur aportaría humedad, lo que podría generar niebla marina y chubascos aislados.

