El cine de terror nos ha regalado decenas de personajes que, probablemente, provocaron pesadillas en más de un espectador: desde monstruos clásicos y villanos del género slasher, hasta fantasmas, zombis y más recientemente la oleada de la inteligencia artificial maligna. Pero hace 34 años fue un psicópata quien aterrorizó al mundo.
La película en cuestión es un clásico atemporal que retrató el miedo a través de la psique humana, gracias a un personaje con una mirada de lo más vil. Considerada uno de los mejores filmes de terror de todos los tiempos, cuenta con calificación casi perfecta y es la única del género que ganó cinco premios Oscar. Hablamos de El Silencio de los Inocentes.
Estrenada en 1991 bajo la dirección de Jonathan Demme, El Silencio de los Inocentes marcó un hito tanto para el género de terror como para el cine mismo. De cajón, el haber presentado una sinopsis aparentemente de drama criminal para posteriormente sumergirnos a un thriller psicológico intenso, fue uno de sus grandes aciertos.
Dentro de la trama conocemos a Clarice Starling, una joven aprendiz del FBI que debe encontrar a un un asesino serial conocido como Bufallo Bill quien despelleja a mujeres. Para detenerlo, Starling recurrirá a la ayuda de un asesino caníbal en prisión. Su nombre: Hannibal Lecter. Esto, es solo la premisa de una historia intensa y atrapante.
Por medio de una atmósfera llena de tensión sostenida solo por diálogos y miradas, nos encontramos con uno de los mayores logros del filme: la relación psicológica entre Clarice y Lecter. Con las actuaciones estelares de Jodie Foster y Anthony Hopkins, en un duelo titánico de interpretación se nos muestra más un desafío intelectual y emocional.
Entre primeros planos y escenarios cerrados, el intercambio de información entre ambos se vuelve un espacio de incomodidad y vulnerabilidad. A su vez, Lecter actúa como un espejo cruel que expone los miedos, traumas e inseguridades de Clarice, lo que la obliga a confrontar su pasado para avanzar en la investigación. La tensión viene del miedo implícito.
Pero como explicamos, la película es reconocida como una de las mejores de la historia en cuanto al horror se refiere. Suele aparecer en múltiples listas incluidas las del American Film Institute, GQ, What Culture y All Top Everything. A su vez, cuenta con una calificación casi perfecta del 95% en el sitio Rotten Tomatoes y 4.3 en Letterboxd.
Sumado a ello, su legado se hizo más que evidente cuando recibió las cinco estatuillas principales de la Academia. Aunque algunas películas de terror han ganado entre uno o dos premios Oscar, El Silencio de los Inocentes destacó sobre todas al ser galardonada en las categorías de Mejor Película, Director, Actor (Hopkins), Actriz (Foster) y Guion Adaptado.
Igualmente, la máscara de Lecter fue otro punto cumbre que se impregnó en la memoria colectiva. Curiosamente, la aparición de Hopkins como Lecter fue de escasos 15 minutos durante todo el metraje, pero fue tan intensa que redefinió al villano moderno. Dado su éxito, se generó una franquicia conformada por una secuela estrenada en 2001 y una precuela en 2002 tituladas Hannibal y Dragón Rojo, respectivamente.
Si gustas darle una oportunidad a este clásico noventero, te recordamos que puedes encontrar El Silencio de los Inocentes a través de Netflix. Igualmente la puedes encontrar en Amazon Prime Video.


