México no tiene la capacidad de entregar, antes del 1 de enero del 2026, el agua que exige el presidente estadounidense Donald Trump, coincidieron especialistas.
El investigador de El Colegio de la Frontera Norte, José Antonio Cortés Lara, aseguró que la cantidad que solicita el mandatario estadounidense —unos 300 millones de metros cúbicos— simplemente no está disponible para enviarse sin afectar a ciudades y zonas agrícolas mexicanas.
“(La cantidad de) agua está, pero está asignada toda (…) si tenemos para pagar, pues no, porque la prioridad es primero la necesidad que se tiene en las diferentes ciudades o zonas de riego del lado mexicano”, afirmó.
Cortés Lara subrayó que el adeudo heredado —que Estados Unidos está usando como argumento político— no implica una violación al tratado, pues el marco bilateral permite que una deuda se cubra en el siguiente quinquenio.
“Sí empezamos con deuda este quinquenio, pero eso lo permite el tratado. (El gobierno mexicano) tiene la posibilidad de que en este ciclo siguiente se cubra esa deuda. Así son los términos del tratado”, recordó.
Además, consideró que cumplir con los volúmenes exigidos obligaría a México a extraer agua de las regiones donde se encuentra el mayor uso agrícola, principalmente los distritos de riego de Delicias, en Chihuahua, que aportan la mitad de los volúmenes para pagar el tratado.
Hugo Rojas, exdirector de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (Aneas), insistió en que según la información disponible de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), las presas internacionales La Amistad y Falcón —las únicas de las que México puede disponer para el pago— solo almacenan 200 millones de metros cúbicos, lejos del volumen requerido.
“Entonces harían falta 800 millones de metros cúbicos”, dijo al tiempo que enfatizó que incluso si México acreditara que los ciclos internos están cubiertos mediante otros escurrimientos o apoyos a agricultores, el volumen seguiría siendo insuficiente.
Tratado de Aguas
Consultado sobre los posibles impactos de cualquier entrega extraordinaria, Rojas advirtió que sí habrá afectaciones para la región fronteriza, aunque México enfrenta un dilema mayor.
“Si nosotros incumplimos flagrantemente y sin dar una muestra de querer cumplir con Estados Unidos, siempre está el riesgo de una posible renegociación, que hemos estado diciendo que sería lo peor que nos pudiera pasar”, puntualizó.
María del Carmen Carmona, académica de la UNAM, advirtió que condicionar el cumplimiento del tratado a presiones comerciales implica que Estados Unidos intenta tratar el agua como mercancía.
“(Donald) Trump está considerando al agua como mercancía y también la está usando como una moneda de cambio y de presión. Eso no se señala en el tratado y también se convierte en inconstitucional. El agua es un bien nacional, un patrimonio de la nación; no la puede convertir en mercancía”, expresó.
También, la académica subrayó que el mayor aportador al tratado, el río Conchos, enfrenta hoy condiciones críticas:
“Hay una situación difícil, sobre todo en donde es su origen, que ha habido mucha deforestación. Está ahí todo lo que se le da también de agua al pueblo yaqui, y entonces hay una problemática importante”, apuntó.
Agregó que Estados Unidos cuenta con leyes robustas para gestionar el agua subterránea —incluyendo marcos avanzados en California y Texas—, mientras que México enfrenta retrasos en planeación y regulación.
Reunión virtual
Ayer por la tarde autoridades de México y Estados Unidos sostuvieron una reunión virtual de emergencia para atender los adeudos hídricos que mantiene el país con su vecino del norte conforme al Tratado de Aguas de 1944, luego de que el presidente Donald Trump amenazó con imponer un arancel del 5% si México no libera de inmediato casi 300 millones de metros cúbicos.
El encuentro, pactado a las 14:00 horas, se llevó a cabo al interior de Palacio Nacional y se extendió aproximadamente una hora. Sin embargo, hasta el cierre de la edición, no se contaba con información oficial sobre los acuerdos logrados.
Durante su conferencia matutina, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo mencionó que México plantearía entregar agua “de acuerdo con las posibilidades de infraestructura y de capacidad” actuales, con el compromiso de cubrir los faltantes en cuanto sea viable, sin comprometer el suministro para las ciudades fronterizas.
También señaló que la negociación se realizaría en coordinación con los gobiernos de Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
La mandataria subrayó además que Estados Unidos no tiene adeudos pendientes respecto a las entregas del Río Colorado, pero reconoció que México sí arrastra faltantes de ciclos anteriores debido a la severa escasez hídrica y los periodos prolongados de sequía.
Entre el 2020 y este 2025 México debió enviar más de 2,000 millones de metros cúbicos de agua, no obstante, adeuda el 50 por ciento.
Tratadosde Aguas, en conflicto


